El ex presidente Barack Obama participó el martes en la conferencia anual de Nelson Mandela ante una audiencia de unas 15,000 personas en la principal ciudad de Sudáfrica, Johannesburgo.
Barack Obama utilizó su primer discurso de alto perfil desde que salió de la Casa Blancas para enfrentar la «política del hombre fuerte» y el desprecio de los políticos por los hechos.
Sus comentarios son vistos como una crítica apenas velada al uso actual de la administración estadounidense de lo que se ha descrito como «hechos alternativos».
«Hay que creer en los hechos», dijo Obama, «sin hechos no hay base para la cooperación».
«Si digo que esto es un podio y dices que esto es un elefante, será difícil para nosotros cooperar».
Obama dijo que podría encontrar puntos en común con personas que no estaban de acuerdo con el acuerdo de París sobre el cambio climático, del cual Donald Trump quiere sacar a los Estados Unidos, si tuvieran un argumento basado en hechos.
Pero, Obama agregó: «No puedo encontrar un terreno común si alguien dice que el cambio climático no está sucediendo cuando casi todos los científicos del mundo dicen que sí. Si comienzas a decir que es un engaño, ¿por dónde empezamos?»
Barack Obama dijo que luchar por la igualdad asegura que una sociedad pueda aprovechar los talentos y la energía de toda su gente.
«Miren al equipo de fútbol francés», dijo refiriéndose al triunfo de la Copa Mundial de Francia días antes. «No todas esas personas me parecían galos, pero son franceses, son franceses».
Es un «hecho claro» que la discriminación racial todavía existe en los Estados Unidos y Sudáfrica, dijo Obama.
Usando una frase de Theodore Parker que cita con frecuencia, sobre el arco de la historia que es largo pero inclinado hacia la justicia, Obama ofreció esperanza.
Barack Obama dijo que la élite mundial estaba fuera de contacto con las vidas de los pobres.
«En sus negocios, muchos titanes de la industria … están cada vez más distanciados de cualquier nación» y «viven vidas cada vez más aisladas de la gente común», dijo.
Como resultado, sus decisiones de «cerrar una fábrica» se consideran simplemente como una «respuesta racional» a las demandas de los accionistas.
La democracia es desordenada, dijo, «pero la eficacia de un autócrata es una promesa falsa».
«Es hora de que dejemos de prestar toda nuestra atención a las capitales del mundo … y nos centremos en las bases del mundo. De ahí viene la democracia», agregó.
Advirtiendo contra el populismo progresivo y la «política del hombre fuerte», defendió la democracia liberal y dijo que creía que ofrecía un mejor futuro para la humanidad.
«Creo en la visión de Nelson Mandela» para el futuro del mundo, dijo, «creo que un mundo gobernado por tales principios es posible».
«Sigan creyendo. Sigan marchando. Sigan construyendo. Sigan alzando la voz. Cada generación tiene la oportunidad de rehacer el mundo», dijo Obama, terminando su discurso con una nota positiva.
«No sólo necesitamos un líder … lo que necesitamos urgentemente es ese espíritu colectivo», agregó.
«Mandela dijo que los jóvenes son capaces cuando derriban las torres de la opresión y levantan los estandartes de la libertad», dijo. «Ahora es un buen momento para estar excitado».
