Un incendio arrasó un alojamiento en el centro de entrenamiento del club de fútbol Flamengo de Río de Janeiro, Brasil, el viernes, matando a 10 miembros del equipo juvenil del club.

Los 10 muertos tenían entre 14 y 16 años y jugaban para el club o tenían pruebas.  Entre los heridos, uno estaba en estado grave.

La oficina del alcalde de Río de Janeiro dijo que el dormitorio destruido por el incendio se construyó en un terreno que no estaba registrado para edificios y que el club no tenía permiso para erigir alojamientos allí.

Los bomberos dijeron que llegaron al Ninho do Urubu, un moderno centro de capacitación que se amplió y abrió hace solo dos meses, poco después de las 5 a.m. (0700 GMT) para encontrar el edificio envuelto en llamas.

Trece personas lograron escapar del edificio en llamas, pero la ferocidad del incendio impidió que los bomberos ingresaran a las instalaciones.

Los clubes brasileños suelen albergar a jóvenes jugadores en dormitorios mientras entrenan con equipos juveniles o en el club para pruebas, especialmente de personas de escasos recursos o de fuera de la ciudad.

Sin embargo, muchos de los alojamientos tienen una reputación de malos estándares de salud e higiene.