Al menos 60 civiles y 13 miembros del servicio estadounidense fueron asesinados en un ataque cerca del aeropuerto de Kabul el jueves, dijo el jefe del Comando Central de Estados Unidos, Kenneth «Frank» McKenzie.
Al menos 140 resultaron heridas, dijo un funcionario del Ministerio de Salud Pública de Afganistán.
Las explosiones tuvieron lugar fuera de Abbey Gate, donde se han estacionado las fuerzas estadounidenses y británicas, y en un hotel cercano.
Los ataques se producen cuando Estados Unidos y otros países se apresuran a evacuar a las personas antes de la fecha límite de retiro del presidente Biden el 31 de agosto.
McKenzie dijo que el ataque incluyó a dos terroristas suicidas seguidos de hombres armados que abrieron fuego. Se produjeron al menos dos explosiones cerca de una puerta del aeropuerto de Kabul.
El ataque se produce mientras Estados Unidos y otros países se apresuran a evacuar a las personas antes de la fecha límite de retiro del presidente Biden el 31 de agosto.
McKenzie dijo que mientras continúan investigando a los perpetradores del ataque de hoy contra el aeropuerto de Kabul, y que «están preparados para tomar medidas contra ellos». También se concentran en otras «corrientes de amenazas extremadamente activas» en el aeropuerto.
Quedan aproximadamente 1.000 estadounidenses en Afganistán tras el ataque, según el Pentágono, y los esfuerzos de evacuación continuarán.
El grupo Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad del ataque en el aeropuerto de Kabul.
La atribución se produjo en un mensaje publicado en el canal Telegram de su medio de comunicación.
El grupo dijo que un atacante suicida, a quien identificaron, detonó un chaleco explosivo entre los afganos y las fuerzas estadounidenses.
Los funcionarios de Defensa de Estados Unidos también han dicho que creen que los militantes regionales del Estado Islámico estaban detrás del atentado.
Evaluaciones de inteligencia concluyen que el ataque fue realizado por ISIS-K, un grupo afiliado al Estado Islámico, que se fundó hace poco menos de seis años, después de que representantes de ISIS se dirigieran al suroeste de Pakistán para reunirse con un pequeño grupo de comandantes talibanes descontentos y otros extremistas que se sentían marginados dentro del movimiento yihadista en la región.
El presidente Biden dijo que el ataque de hoy cerca del aeropuerto de Kabul no detendrá la misión de Estados Unidos de evacuar a ciudadanos estadounidenses y civiles afganos de Afganistán.
“Estos terroristas de ISIS no ganarán. Rescataremos a los estadounidenses allí. Sacaremos a nuestros aliados afganos y nuestra misión continuará «, dijo el presidente.
También aseguró que Estados Unidos tomará represalias contra los responsables de los atentados.
“Estados Unidos no se dejará intimidar, y tengo la mayor confianza en nuestros valientes miembros del servicio que continúan ejecutando esta misión con coraje y honor para salvar vidas, y sacar a nuestros estadounidenses, socios y aliados afganos de Afganistán «.
Boris Johnson, primer ministro britanico, dijo que el ataque es «despreciable» pero que no interrumpirá la operación de evacuación del Reino Unido
Las banderas en todo Estados Unidos se bajarán a media asta «como muestra de respeto» por las víctimas del ataque terrorista en Afganistán, dijo la Casa Blanca.
