Estados Unidos sanciona a la petrolera estatal venezolana

El gobierno de Trump impuso el lunes amplias sanciones a la petrolera estatal venezolana PDVSA, con el objetivo de frenar severamente las exportaciones de crudo a Estados Unidos y presionar a Nicolás Maduro para que renuncie.

Maduro, en una transmisión nacional en vivo el lunes, acusó a Estados Unidos de intentar robar a Citgo Petroleum, la división de refinación de los Estados Unidos, el activo extranjero más importante de Venezuela, que también posee una cadena de gasolineras en Estados Unidos. Dijo que Venezuela tomaría acciones legales en respuesta.

Las sanciones de la administración Trump no prohíben a las compañías estadounidenses comprar petróleo venezolano, pero debido a que las ganancias de dichas ventas se pondrán en una «cuenta bloqueada», es probable que PDVSA deje de enviar mucho crudo a los Estados Unidos, su principal cliente.

El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, dijo en la sesión informativa que la medida le costaría a Maduro $ 11 mil millones en ingresos por exportaciones perdidas durante el próximo año.

Venezuela sigue siendo el cuarto mayor vendedor de petróleo a los Estados Unidos, suministrando alrededor de 500,000 barriles por día.

Las sanciones, contenidas en una orden ejecutiva emitida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, congelan los activos de PDVSA, la fuente de ingresos más grande de Venezuela.

Los funcionarios estadounidenses dijeron que las sanciones a PDVSA estaban destinadas a evitar que el gobierno de Maduro desvíe los fondos de la compañía petrolera para mantener su control sobre el poder.

Los países de todo el mundo han reconocido a Guaido, el presidente de la Asamblea Nacional, como el líder legítimo de Venezuela.

Nicolás Maduro prestó juramento el 10 de enero para un segundo mandato que fue ampliamente considerado ilegítimo.

Maduro ha prometido permanecer en el cargo, respaldado por Rusia y China.

Bolton reiteró que Maduro sería responsable de la seguridad del personal diplomático de los Estados Unidos en Venezuela, así como de Guaido y otras figuras de la oposición.

Tampoco descartó la intervención militar de los Estados Unidos, aunque tal acción es ampliamente considerada como poco probable.

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