Inundaciones mortales devastan la región de Valencia en España y dejando comunidades en ruinas

En la tarde del martes 29 de octubre de 2024 y la madrugada del miércoles, la región de Valencia en España se vio afectada por devastadoras inundaciones repentinas causadas por lluvias torrenciales de un sistema de tormenta de baja presión aislado. 

Esta tormenta se estacionó sobre la región y desató una cantidad extraordinaria de lluvia, en algunas áreas más de ocho horas que en los 20 meses anteriores. 

Esta lluvia, combinada con una sequía prolongada que endureció el suelo e impidió la absorción, provocó el rápido desbordamiento de las riberas de los ríos y los canales de drenaje, lo que provocó una ola de agua fangosa similar a un tsunami que inundó carreteras, vías férreas, casas y negocios.

Las inundaciones provocaron una destrucción generalizada y una pérdida significativa de vidas. Al 4 de noviembre4, el número de muertos era de 217, y la mayoría de las muertes ocurrieron en la región de Valencia. 

Un número considerable de personas seguían desaparecidas, temiéndose que estuvieran atrapadas en vehículos sumergidos, estructuras derrumbadas o aparcamientos subterráneos que rápidamente se convirtieron en trampas mortales a medida que subía el agua. 

El municipio de Paiporta, situado en la periferia sur de la ciudad de Valencia, sufrió especialmente las consecuencias de las inundaciones, que provocaron la pérdida de más de 60 vidas y la devastación total de innumerables viviendas y negocios.

El desastre dejó a las comunidades destrozadas y luchando por hacer frente a las consecuencias. 

Los residentes se quedaron sin agua potable, electricidad y servicios de comunicación fiables durante días, y dependieron de los voluntarios y de la limitada asistencia proporcionada por las desbordadas autoridades para limpiar los escombros, buscar a sus seres queridos desaparecidos y acceder a las necesidades básicas.

La respuesta inadecuada de las autoridades, en particular las advertencias de inundación tardías emitidas horas después de que comenzaran las inundaciones, provocaron un enojo y una frustración generalizados entre las comunidades afectadas. 

Esta frustración se desbordó durante la visita del rey Felipe VI, la reina Letizia, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez y los líderes regionales a Paiporta el domingo 3 de noviembre de 2024. 

A su llegada, el grupo se encontró con un aluvión de barro, escombros e insultos de una multitud indignada por la gestión de la crisis por parte del gobierno y la aparente falta de apoyo a las víctimas.

A pesar del aluvión, el rey Felipe VI insistió en quedarse y hablar con los residentes, mostrando compostura y demostrando su voluntad de abordar sus preocupaciones. 

Este acto ha sido visto por algunos como un momento crucial en su reinado, que potencialmente redefinió su imagen y su relación con el pueblo español.

Mientras tanto, Barcelona, ​​otra ciudad importante de España, también experimentó fuertes lluvias este martes, lo que provocó la suspensión de los servicios de trenes de cercanías para evitar más víctimas o interrupciones. 

Las tormentas e inundaciones recurrentes en España se han atribuido al cambio climático, y los científicos señalan el calentamiento del mar Mediterráneo como un factor que contribuye a la intensidad y frecuencia de estos fenómenos meteorológicos extremos.

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