La guerra que, según funcionarios occidentales, Moscú esperaba ganar en cuestión de días entró en su cuarta semana.
Las fuerzas rusas en Ucrania están atacando ciudades y matando a civiles, pero ya no avanzan sobre el terreno.
Ya no es seguro que las fuerzas rusas lancen un asalto a gran escala en Kiev, capital de Ucrania.
Las fuerzas rusas se han debilitado considerablemente al sufrir pérdidas significativas, y aún no pueden rodear la ciudad, según los reportes del jueves.
Las fuerzas ucranianas han impedido que Moscú capture alguna de las ciudades más grandes de Ucrania hasta el momento.
En un discurso televisado vituperante, arremetió contra los «traidores y la escoria» en casa que ayudaron a Occidente, y dijo que el pueblo ruso los escupirá como mosquitos.
Miles de personas han sido detenidas en toda Rusia desde que el Kremlin lanzó su invasión de Ucrania el 24 de febrero.
En Mariupol, sobrevivientes están siendo sacados de un teatro que se usaba como refugio y que fue alcanzado por un ataque aéreo ruso el miércoles.
Imágenes satelitales de Maxar muestran la palabra «Niños» en ruso pintada a ambos lados del teatro.
A pesar de los bombardeos en curso, las autoridades todavía estaban tratando de rescatar a la gente de las ruinas del Teatro Drama.
El número de víctimas sigue sin estar claro. Rusia niega haber realizado el ataque contra el refugio civil.
Los fallidos llamados para un cese al fuego siguen interrumpiendo las evacuaciones de la ciudad sitiada, pero 15 autobuses grandes lograron salir de Mariupol el miércoles.
El concejo municipal de Mariupol dijo que más de 350.000 residentes siguen escondidos en refugios y sótanos. La ciudad ha estado rodeada por tropas rusas durante 16 días, y los combates continúan en sus afueras.
“El ejército ruso está arrasando Mariupol», dijo el jueves el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy en un discurso a los legisladores alemanes. «Simplemente destruyen todo allí. Todo y todos los que están allí”.
Los funcionarios de EE. UU. están “documentando y evaluando” los posibles crímenes de guerra cometidos en Ucrania, dijo el secretario de Estado Antony Blinken.
Biden acusó a Vladimir Putin de ser un criminal de guerra el miércoles. El Kremlin condenó rápidamente la acusación como “inaceptable”.
Rusia lanzó una dura advertencia a Estados Unidos y sus aliados, amenazando con poner a Occidente en su “lugar”.
El jueves, Dmitry Medvedev, expresidente ruso y actual subsecretario del Consejo de Seguridad del país, acusó a las naciones occidentales de una conspiración antirrusa “repugnante”.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, pronunció un discurso por enlace de video ante el parlamento de Alemania el jueves, diciendo que el país estaba «retrasándose en la admisión de Ucrania a la UE».
El Consejo de Seguridad de la ONU celebró una reunión de emergencia para discutir la guerra en Ucrania y responder a la agresión militar de Rusia.
Zelensky instó el miércoles a EE. UU. a recordar Pearl Harbor y el 11 de septiembre: «Nuestro país experimenta lo mismo todos los días».
Los miembros del Congreso estadounidense dieron al presidente ucraniano una ovación de pie cuando pronunció un discurso virtual.
Dijo que todas las empresas estadounidenses deben abandonar Rusia inmediatamente ya que el mercado «está inundado con nuestra sangre».
Estados Unidos cree que China podría estar considerando ayudar militarmente a Rusia, dijo Blinken.
También dijo que Rusia podría estar preparando el escenario para un ataque con armas químicas para culpar a Ucrania.
El presidente estadounidense, Joe Biden, hablará con el líder chino Xi Jinping el viernes.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que el hecho de que China no haya denunciado a Rusia “dice mucho”.
Más de 3 millones de ucranianos han huido y miles de civiles y combatientes han muerto.
Cada minuto, 55 niños huyen de Ucrania, dijo Unicef el miércoles.
Kiev y sus aliados occidentales creen que Rusia lanzó la guerra no provocada para subyugar a un vecino que Putin llama un estado artificial.
Moscú dice que está llevando a cabo una «operación especial» para desarmar y «desnazificar» a Ucrania.
La guerra militar lanzada por el presidente ruso Vladimir Putin el 24 de febrero es considerada el mayor asalto a un estado europeo desde la Segunda Guerra Mundial.
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