Ken Paxton: tercer funcionario estatal en la historia de Texas en ser sometido a juicio político

La Cámara de Representantes de Texas ha hecho historia al votar para destituir al Fiscal General Ken Paxton el sábado.

Esta es la primera vez en casi 200 años que un funcionario en funciones en Texas enfrenta un juicio político, y solo la tercera vez en la historia. 

Paxton se convierte en el tercer funcionario estatal en la historia de Texas en ser acusado, luego del gobernador James «Pa» Ferguson en 1917 y un juez de distrito en 1975.

La evidencia contra Paxton fue sustancial y alarmante, según el representante republicano Andrew Murr, presidente del Comité General de Investigación.

La votación fue 121-23, con 60 republicanos uniéndose a 61 demócratas a favor del juicio político.

Paxton está acusado de varios cargos, incluidos soborno, abuso de la confianza pública, mal uso del cargo y obstrucción de la justicia. 

Ha estado bajo investigación del FBI por supuestamente usar su posición para beneficiar a un rico donante y amigo, Nate Paul, un desarrollador de bienes raíces que también enfrenta investigaciones federales. 

Paxton también ha sido acusado de cargos de fraude de valores desde 2015, pero aún no ha ido a juicio.

Paxton ha negado haber actuado mal y calificó el proceso de juicio político como una «farsa políticamente motivada» orquestada por sus enemigos. 

Dijo que peleará los cargos y limpiará su nombre en el juicio del Senado, que requerirá un voto de dos tercios para destituirlo de su cargo. 

Mientras tanto, queda automáticamente suspendido de sus funciones como fiscal general y el gobernador Greg Abbott nombrará un reemplazo.

El voto de juicio político se produjo después de una investigación de meses por parte de un comité especial de la Cámara, que contrató a abogados e investigadores externos para realizar entrevistas y recopilar pruebas. 

El comité encontró que Paxton había violado su juramento de cargo y la confianza del público al participar en «un patrón de conducta que demuestra su incapacidad para servir como fiscal general de Texas».

El informe del comité detalla varios casos de supuesta mala conducta de Paxton, como:

– Solicitar una donación de $25 millones a Paul a cambio de intervenir en una disputa legal entre Paul y una organización benéfica de Austin.

– Contratar a un abogado externo, Brandon Cammack, para investigar las denuncias de Paul de irregularidades por parte de las autoridades federales y estatales, sin la debida autorización o supervisión.

– Despedir o expulsar a varios altos funcionarios que cuestionaron o se opusieron a sus acciones con respecto a Paul.

– Presentar una demanda para anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en cuatro estados disputados con base en afirmaciones falsas y sin fundamento de fraude electoral.

– Negarse a cooperar con la investigación del comité y retener documentos e información.

El comité concluyó que la conducta de Paxton «daña la integridad de la oficina del fiscal general y erosiona la confianza del público en el estado de derecho».

El voto de juicio político ha expuesto profundas divisiones dentro del Partido Republicano de Texas, que durante mucho tiempo ha sido leal a Paxton a pesar de sus problemas legales. Algunos republicanos defendieron a Paxton y acusaron al comité de realizar una investigación parcial y apresurada. 

Otros dijeron que no podían ignorar la evidencia y tenían que responsabilizar a Paxton por sus acciones.

Paxton ahora enfrentará un juicio en el Senado de Texas, donde se necesita una mayoría de dos tercios para destituirlo de su cargo.

El Senado de Texas llevará a cabo un juicio con senadores que actuarán como jurados y miembros de la Cámara designados que presentarán su caso como administradores de juicio político.

Se espera que el juicio en el Senado comience en junio y podría durar varias semanas o meses. El resultado determinará si Paxton permanecerá en el cargo o será destituido y se le prohibirá volver a ocupar un cargo público. 

El juicio político también dará forma al futuro de la política de Texas y el papel del fiscal general en la defensa de los valores y políticas conservadores.

La acusación de Paxton es una gran victoria para los demócratas en Texas, que han estado tratando de expulsarlo durante años. 

También es una señal del creciente apoyo republicano al juicio político, ya que Paxton fue acusado por la mayoría de su propio partido.

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