Las hostilidades entre Israel y Hamas se intensificaron de la noche a la mañana, con 35 palestinos muertos en Gaza y tres en Israel.
Militantes palestinos dicen que dispararon 130 misiles contra la ciudad israelí de Tel Aviv después de que un ataque aéreo israelí derribara una torre en la Franja de Gaza.
El edificio de 13 pisos fue atacado una hora y media después de que se advirtiera a los residentes y a la población local que evacuaran.
En Gaza, al menos 30 palestinos, incluidos 10 niños, habían muerto el martes por la noche y otros 203 resultaron heridos, según funcionarios de salud.
En Israel, tres personas murieron en ataques en Tel Aviv y la ciudad costera de Ashkelon, y al menos 100 resultaron heridas, según funcionarios médicos.
Hamas dispara cohetes contra ciudades israelíes. Israel ataca a Gaza con ataques aéreos.
Los ataques aéreos israelíes comenzaron contra las oficinas de Hamas en la ciudad de Gaza y los militantes en Gaza lanzaron cohetes contra la metrópolis de Tel Aviv, la ciudad sureña de Ashkelon y el principal aeropuerto de Israel.
Jerusalén, de profundo significado religioso y nacional para ambas partes, se encuentra en el corazón del conflicto israelo-palestino durante decadas.
Israel, de hecho, anexó Jerusalén Este en 1980 y considera a toda la ciudad su capital, aunque esto no es reconocido por la gran mayoría de otros países.
Los palestinos reclaman la mitad oriental de Jerusalén como la capital de un estado propio esperado.
Los ataques, considerados los peores desde 2014, refuerzan en términos políticos a Hamas, el grupo militante islamista que dirige la Franja de Gaza, y al primer ministro Benjamin Netanyahu de Israel.
Para Hamas, el conflicto revitaliza su liderazgo de la resistencia palestina al dar una respuesta directa a la policía israelí en el recinto de la mezquita de Aqsa, un lugar religioso en Jerusalén oriental sagrado tanto para musulmanes como para judíos.
En el proceso, el grupo se erige como un protector de los manifestantes y fieles palestinos en la ciudad.
Para Netanyahu, el conflicto está creando divisiones entre los distintos partidos de oposición que actualmente negocian una coalición para derrocarlo del poder le proporciona la mitad de la posibilidad de permanecer en el cargo, pocos días después de que parecía que podría finalmente salir.
La comunidad internacional ha instado a ambas partes a poner fin a la escalada, que sigue a días de disturbios en Jerusalén.