Los equipos militares y de rescate de Indonesia se desplegaron el lunes en busca de sobrevivientes de un tsunami provocado por un deslizamiento de tierra de un volcán que mató al menos a 373 personas.
Anak Krakatau, una isla volcánica donde se derrumbó un cráter en la marea alta en las costas del estrecho de Sunda entre las islas de Sumatra y Java, arrojó gruesas nubes de ceniza.
Más de 1,400 personas resultaron heridas y alrededor de 12,000 residentes tuvieron que mudarse a un lugar más alto, con una advertencia de marea alta que se extendió hasta el miércoles.
El vasto archipiélago, que se encuentra en el «Anillo de Fuego» del Pacífico, ha sufrido su peor cifra anual de muertos por desastres en más de una década.
Los terremotos arrasaron partes de la isla de Lombok en julio y agosto, y un doble terremoto y tsunami mató a más de 2.000 personas en una parte remota de la isla de Sulawesi en septiembre.
El tsunami del sábado destruyó más de 700 edificios, desde pequeñas tiendas y casas hasta villas y hoteles. No hubo una alerta temprana para aquellos que viven en la costa.
Los vehículos fueron aplastados por las olas que levantaron trozos de metal, y derribaron árboles.
En el estrecho, Anak Krakatau todavía estaba en erupción el domingo por la noche, arrojando humo blanco y ceniza al cielo.
La agencia de meteorología dijo que un área de aproximadamente 64 hectáreas de la isla volcánica se había derrumbado en el mar.
