El cardenal George Pell fue liberado de la cárcel después de que el tribunal más alto de Australia revocó su condena por abuso sexual infantil.
El ex tesorero del Vaticano, de 78 años, fue la figura católica más importante jamás encarcelada por tales crímenes.
En 2018, un jurado descubrió que abusó de dos niños en Melbourne en la década de 1990.
Pero el Tribunal Superior de Australia anuló ese veredicto el martes, poniendo fin de inmediato a la sentencia de seis años de prisión del cardenal Pell.
El clérigo australiano había mantenido su inocencia desde que fue acusado por la policía en junio de 2017.
Su caso sacudió a la Iglesia Católica, donde había sido uno de los asesores más importantes del Papa.
Siete jueces emitieron el dictamen por unanimidad a favor del cardenal Pell, encontrando que el jurado no había considerado adecuadamente todas las pruebas presentadas en el juicio.
Fue el último desafío legal del cardenal, después de que su condena fue confirmada por un tribunal inferior el año pasado.
«Siempre he mantenido mi inocencia mientras sufría una grave injusticia», dijo el cardenal Pell en un comunicado después de la decisión. Había cumplido más de 400 días de su condena.
En diciembre de 2018, un jurado lo declaró culpable de abusar sexualmente a dos niños de 13 años en habitaciones privadas de la Catedral de San Patricio a mediados de los 90, cuando el clérigo era arzobispo de Melbourne.
Las condenas incluyeron un cargo de penetración sexual y cuatro cargos de cometer actos indecentes.
El juicio escuchó el testimonio de un hombre presuntamente la única víctima sobreviviente. Docenas de otros testigos proporcionaron coartadas y otras pruebas.
El cardenal Pell apeló el veredicto en la Corte de Apelaciones de Victoria el año pasado, pero tres jueces confirmaron la decisión por una mayoría de 2-1.
El cardenal argumentó que el jurado confiaba demasiado en la evidencia de una persona. Los jueces estuvieron de acuerdo, diciendo que el jurado no evaluó adecuadamente la información.
El cardenal Pell dijo que una injusticia había sido «remediada» y dijo que «no tenía mala voluntad para mi acusador».
«No quiero que mi absolución aumente el dolor y la amargura que muchos sienten; ciertamente hay suficiente dolor y amargura», dijo en un comunicado.
«Sin embargo, mi juicio no fue un referéndum sobre la Iglesia Católica; ni un referéndum sobre cómo las autoridades de la Iglesia en Australia trataron el delito de pedofilia en la Iglesia».
El padre del difunto niño del coro estaba en shock por la decisión, dijo su abogado.
