Vida de mujer con cáncer de mama terminal fue salvada con terapia pionera

La vida de una mujer con cáncer de mama terminal se ha salvado con una nueva terapia pionera, dicen investigadores estadounidenses. Implicó bombear 90 mil millones de células inmunes que mataban el cáncer en su cuerpo.

A Judy Perkins le habían dado tres meses de vida, pero dos años más tarde no hay signos de cáncer en su cuerpo. El equipo del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos dice que la terapia aún es experimental, pero podría transformar el tratamiento de todo el cáncer.

Judy, que vive en Florida, se le había propagado y avanzado tanto el cáncer de mama que no podía ser tratado con terapia convencional. Tenía tumores del tamaño de una pelota de tenis en su hígado y cánceres secundarios en todo su cuerpo.

Ella le dijo a la BBC: «Aproximadamente una semana después [de la terapia] comencé a sentir algo, tenía un tumor en el pecho que podía sentirlo encogerse”.  «Tomó otra semana o dos para que desapareciera por completo».

Ella recuerda su primer escaneo después del procedimiento cuando el personal médico «estaba muy emocionado y saltando». Fue entonces cuando le dijeron que probablemente se curaría.

La tecnología es una «droga viviente» fabricada a partir de las propias células de un paciente en uno de los principales centros de investigación oncológica del mundo. El Dr. Steven Rosenberg, jefe de cirugía del Instituto Nacional del Cáncer, dijo a la BBC: «Estamos hablando del tratamiento más altamente personalizado que se pueda imaginar».

Sigue siendo experimental y aún requiere muchas más pruebas antes de que pueda usarse más ampliamente, pero así es como funciona: comienza conociendo al enemigo.

El equipo tomó muestras de sus tumores y secuenció su ADN. También tomaron muestras de linfocitos infiltrantes de tumores, las células del sistema inmunitario que estaban adheridas al exterior de los tumores.

Después de encontrar las mutaciones genéticas que permitieron a las células tumorales hacerse cargo del cuerpo de la víctima, el equipo de Rosenberg eligió las células inmunes que se adhieren a esas mutaciones particulares de manera más efectiva.

Los investigadores examinaron los glóbulos blancos del paciente y extrajeron los que son capaces de atacar el cáncer.  Estos se cultivaron en grandes cantidades en un laboratorio.

Alrededor de 90 mil millones fueron inyectados de nuevo en la paciente de 49 años, junto con medicamentos para quitarle los frenos al sistema inmune.

Perkins, que ahora tiene 52 años,  no tiene cáncer más de dos años después. Perkins realmente tuvo suerte. El enfoque intensivo y personalizado solo ayuda al 15 por ciento de los pacientes que lo probaron, dijo el Dr. Steven Rosenberg del National Cancer Institute, quien dirigió el equipo que trató a Perkins.

El Dr. Rosenberg dijo: «Las mismas mutaciones que causan el cáncer resultan ser su talón de Aquiles». Estos son los resultados de un solo paciente y se necesitarán ensayos mucho más grandes para confirmar los hallazgos.

El desafío hasta ahora en la inmunoterapia del cáncer es que tiende a funcionar espectacularmente para algunos pacientes, pero la mayoría no se beneficia.

El Dr. Rosenberg agregó: «Esto es muy experimental y estamos aprendiendo cómo hacer esto, pero potencialmente es aplicable a cualquier tipo de cáncer”.

Pero Rosenberg, quien ha dedicado su carrera a encontrar una forma de aprovechar el sistema inmune del cuerpo para combatir el cáncer, piensa que su caso ha llevado su búsqueda un gran paso adelante. «Estamos mejorando todo el tiempo», dijo Rosenberg, cuyos hallazgos se publican en la revista Nature Medicine.

Lo que sus hallazgos significan, dice, es que los oncólogos deben reconocer que el cáncer es exclusivo de cada paciente y que los tratamientos deben reflejarlo.

«Tenemos que desarrollar un nuevo medicamento para cada paciente», dijo Rosenberg.

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