Los acontecimientos del viernes por la tarde en Moscú han dejado al mundo aturdido, mientras siguen surgiendo detalles de un mortal ataque terrorista en una sala de conciertos.
Se ha confirmado la muerte de al menos 115 personas y más de 100 resultaron heridas, después de que hombres armados vestidos de camuflaje abrieran fuego en una sala de conciertos abarrotada e incendiaran el lugar.
El ataque, reivindicado por el grupo militante ISIS, ha provocado conmoción, indignación y un gran apoyo de países de todo el mundo.
En medio del caos y la confusión, una pregunta sigue presente en la mente de todos: ¿cómo pudo suceder esto? ¿Qué impulsó a estos atacantes a cometer un acto tan atroz y cómo pudieron llevarlo a cabo? A medida que continúa la investigación sobre el ataque, se plantean más preguntas que respuestas.
La impactante noticia del ataque se conoció por primera vez el viernes por la noche, cuando comenzaron a surgir informes de disparos y gritos en el Ayuntamiento de Crocus, cerca de Moscú.
Los testigos describieron una escena de caos y terror, mientras los asistentes al concierto corrían desesperadamente hacia las salidas en medio del sonido de armas automáticas y el olor a humo.
Los bomberos y los servicios de emergencia acudieron rápidamente al lugar, pero los daños ya estaban hechos.
Después del ataque, las autoridades se apresuraron a controlar la situación y dar sentido a lo sucedido.
Surgieron informes contradictorios sobre el número de muertos: la editora de la televisión estatal, Margarita Simonyan, afirmó que el número podría llegar a 143, mientras que otras fuentes sugirieron una cifra menor.
El Comité de Investigación Ruso ha confirmado un número de muertos de al menos 115, pero como aún se buscan entre los escombros, se espera que ese número aumente.
Si bien los funcionarios rusos inicialmente señalaron con el dedo a Ucrania, afirmando que los atacantes fueron arrestados mientras intentaban huir a la frontera ucraniana, esta teoría ha sido puesta en duda.
El portavoz de la inteligencia militar ucraniana, Andriy Yusov, negó con vehemencia cualquier participación y afirmó que Ucrania está “peleando con el ejército de los ocupantes y con objetivos militares, no con civiles”.
Sin embargo, a medida que salen a la luz más detalles, no se puede descartar la participación de fuerzas externas.
Los funcionarios estadounidenses han confirmado que habían estado recopilando información de inteligencia durante meses sobre que ISIS podría organizar un ataque con víctimas masivas en Rusia, aunque no se había hecho una evaluación final sobre quién era el responsable.
La embajada de Estados Unidos en Rusia había emitido una advertencia a principios de este mes, instando a la gente a mantenerse alejada de grandes reuniones, pero no está claro cuánta información se compartió con las autoridades rusas más allá del aviso público.
Las afirmaciones de responsabilidad por parte de ISIS también han causado perplejidad y confusión entre los líderes mundiales.
La filial del grupo terrorista, ISIS-K, se atribuyó la responsabilidad del ataque en Irán que mató a decenas de personas e hirió a cientos en un servicio conmemorativo del ex máximo general, Qasem Soleimani, el 3 de enero pasado.
Ahora que ISIS parece expandir su alcance más allá del Medio Oriente y hacia Rusia, muchos están cuestionando sus capacidades y motivos.
En los últimos años, las tensiones entre los países occidentales y Rusia han sido altas, y cada parte acusa a la otra de acciones agresivas e interferencia en sus asuntos.
Este último ataque en Moscú, reivindicado por ISIS, no ha hecho más que aumentar la tensión y posiblemente podría tensar aún más las relaciones entre las dos partes.
El actual conflicto en Ucrania, en el que Rusia ha sido acusada de apoyar a los rebeldes separatistas, también ha sido un importante punto de discordia entre Occidente y Rusia.
A medida que siguen surgiendo detalles sobre el ataque, queda por ver cómo afectará esto a las relaciones entre las dos partes y qué acciones, si corresponde, se tomarán en respuesta.