Boy Scouts of America dijo el martes que se declaró en bancarrota del Capítulo 11 en medio de una avalancha de demandas por acusaciones de abuso sexual infantil que se remonta a décadas.

No se espera que la bancarrota afecte los programas de la organización, que promueven la autosuficiencia a través de actividades al aire libre como caminatas y campamentos. 

El grupo ya estaba luchando con la disminución de la membresía y la controversia sobre la admisión de miembros homosexuales y mujeres.

Los Boy Scouts, con sede en Irving, Texas, han dicho que se disculpa sinceramente con cualquier persona perjudicada, que cree en los acusadores y que alienta a las víctimas a presentarse.

La organización ha sido acusada de ocultar el abuso de sus líderes adultos.

Fundada en 1910, la organización se ha visto abrumada por cientos de reclamos después de que varios estados, incluido Nueva York, eliminaron los obstáculos legales que habían impedido a las personas demandar por antiguas denuncias de abuso sexual infantil.

Los cambios a la ley coincidieron con el movimiento #MeToo y un cambio en la opinión pública que ha apoyado más a los acusadores. 

El resultado ha sido una ola de demandas contra los líderes de la iglesia, médicos y escuelas, así como también los exploradores.

La bancarrota, presentada en Delaware, permitirá a los Boy Scouts llevar todas las demandas a un tribunal y tratar de negociar un acuerdo, en lugar de utilizar los fondos de la organización para luchar en cada caso en el tribunal.

Más de 20 diócesis católicas y USA Gymnastics han utilizado una estrategia de bancarrota similar para resolver demandas por abuso sexual.