El control del Congreso estadounidense sigue en juego

La batalla por el control del Congreso en Estados Unidos aún está en el aire, con el Senado dependiendo de tres carreras claves, mientras que los demócratas y republicanos aún se aferran a la esperanza de ganar una mayoría estrecha en la Cámara.

Republicanos y demócratas se encuentran en una reñida carrera por el control del Congreso de Estados Unidos, un día después de las elecciones intermedias.

Tres contiendas por el Senado, Georgia, Arizona y Nevada, determinarán el control del Congreso y si los republicanos pueden bloquear la agenda del presidente.

Con los votos aún por contar, los republicanos son los favoritos para ganar la Cámara de Representantes, pero el control del Senado aún no está definido.

El presidente Joe Biden enfatizó el miércoles que los resultados de las elecciones del martes fueron buenos para su Partido Demócrata, citando ganancias en el Congreso y las carreras a nivel estatal en comparación con las elecciones intermedias anteriores.

“Mientras que la prensa y los expertos estaban prediciendo una ‘ola roja’ gigante, no sucedió”, dijo Biden a los periodistas.

En sus primeros comentarios públicos desde el día de las elecciones, Biden dijo que la votación del martes marcó “un buen día para la democracia” en Estados Unidos.

“Y creo que fue un buen día para Estados Unidos”, dijo el presidente desde la Casa Blanca.

Los resultados aumentan las esperanzas de Biden para 2024, dicen los estrategas demócratas.

El mayor ganador de la noche fue el republicano Ron DeSantis, quien fue reelecto para un segundo término como gobernador de Florida, y podría servir de plataforma para lanzar su carrera presidencial en 2024.

Donald Trump advirtió a DeSantins, a solo horas de las elecciones, que no se presente a la presidencia en 2024, diciendo que hacerlo dañaría al Partido Republicano.

Trump también tiene la intención de anunciar una candidatura presidencial en los próximos días.

Los republicanos ganaron la reelección de sus gobernadores en estados claves como Texas, y Georgia.

Los gobernadores demócratas Gretchen Whitmer y Tony Evers ganaron la reelección en los estados de Michigan y Wisconsin, respectivamente.

En Pensilvania, en una de las contiendas más observadas del país, el demócrata John Fetterman derrotó al republicano Mehmet Oz por el escaño del senador republicano saliente Pat Toomey.  

En las elecciones intermedias de Estados Unidos, el partido que controla la Casa Blanca suele sufrir grandes pérdidas en el Congreso.

El expresidente Trump perdió docenas de escaños en la Cámara de Representantes en 2018. Barack Obama perdió grandes mayorías en ambas cámaras del Congreso en 2010, lo que lo llevó a describir la votación como un “bombardeo”. 

George W Bush y Bill Clinton también perdieron el control de la Cámara y el Senado en las elecciones intermedias.

Pero este año, las pérdidas para el Partido Demócrata de Biden serán, en el mejor de los casos, modestas, y los demócratas podrían terminar con ganancias cuando se cuenten todos los votos.

Otra carrera crítica por el Senado, entre el demócrata Raphael Warnock y el retador republicano Herschel Walker en Georgia, se dirige a una segunda vuelta en cuatro semanas, ya que ninguno de los candidatos obtuvo más del 50% de los votos.

Los resultados de otras contiendas senatoriales clave en Arizona y Nevada también están en juego. El veredicto sobre qué partido tiene el poder en la cámara alta del Congreso puede tardar días o incluso semanas en conocerse.

Las encuestas a boca de urna sugieren que la economía y la inflación eran las mayores preocupaciones de los votantes, lo que debería haber beneficiado a los republicanos.

La popularidad de Biden se ha visto afectada en medio de la peor inflación en cuatro décadas.

Otros factores que incidieron en la decisión de los votantes fueron: el aborto, política de armas, el crimen y la inmigración. 

La Corte Suprema, dominada por los conservadores, revocó en junio Roe v. Wade, un derecho constitucional estadounidense al procedimiento del aborto.

Biden prometió aprobar una ley federal para codificar el derecho al aborto como parte de su presentación a los votantes.

El martes, los votantes de Vermont, California y Michigan decidieron consagrar el derecho al aborto en las constituciones de sus estados.

Mientras tanto, Kentucky rechazó una enmienda constitucional que hubiera dicho que no había derecho al aborto. Pero el resultado no revertirá automáticamente la legislación actual del estado, que lo prohíbe casi por completo.

Otro factor dominante fue la pobre calidad de algunos candidatos sin experiencia, respaldados por Trump, y que se destacaron por cuestionar las elecciones presidenciales de 2020.

Según los observadores, la tendencia republicana a la extrema derecha y los derechos al aborto ayudaron a los demócratas a ganar importantes contiendas en todo Estados Unidos.

Los analistas republicanos culparon a Trump por los decepcionantes resultados de mitad de período del Partido Republicano. Dicen que el expresidente es demasiado divisivo y respaldó a candidatos de mala calidad.

Se esperaba que el Partido Republicano obtuviera grandes avances, pero estos no se materializaron.

Muchos candidatos republicanos respaldados por Donald Trump tuvieron un desempeño inferior en las elecciones de mitad de período del martes. El revés más destacado se produjo en Pensilvania, con Mehmet Oz, perjudicando las perspectivas republicanas de tomar el control de la cámara alta.

A pesar de las derrotas por parte de los candidatos seleccionados por Trump, es probable que aún anuncie sus intenciones de postularse para 2024.

Hasta el miércoles ninguno de los partidos ha alcanzado aún los 218 escaños necesarios para ganar en la Cámara o los 50 (para los demócratas) o 51 (para los republicanos) requeridos en el Senado.

Si los demócratas retienen sus 50 escaños, mantienen el control gracias al voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris.

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