El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, culpó a Irán por los «ataques no provocados» el jueves, después de las explosiones en el Golfo de Omán.

Dijo que Estados Unidos había hecho su evaluación basándose en información de inteligencia sobre el tipo de armas utilizadas. Teherán negó las acusaciones.

«La evaluación de los Estados Unidos es que la República Islámica de Irán es responsable de los ataques», dijo Pompeo en una conferencia de prensa en Washington.

Irán dice que «rechaza categóricamente» las afirmaciones estadounidenses de que está detrás de los ataques contra dos petroleros en el Golfo de Omán.

Las explosiones en una de las rutas petroleras más concurridas del mundo se producen un mes después de que cuatro barcos petroleros fueron atacados frente a los Emiratos Árabes Unidos.

Decenas de miembros de la tripulación fueron rescatados después de las explosiones en Kokuka Courageous, de propiedad japonesa, y en el Front Altair, propiedad de Noruega.

Tanto Irán como Estados Unidos dijeron que evacuaron a la tripulación.

Ningún grupo o país ha admitido el incidente en mayo, que tampoco causó víctimas.

El Golfo de Omán se encuentra en un extremo del estratégico Estrecho de Ormuz, una vía marítima vital a través de la cual pasan cientos de millones de dólares de petróleo.

El propietario del barco, Frontline, dijo que el barco estaba en llamas, pero negó los informes en los medios iraníes de que se había hundido.

El operador de Kokuka Courageous, BSM Ship Management, dijo que su tripulación abandonó el barco y fue rescatado por un barco que pasaba.

El petrolero llevaba metanol y no estaba en peligro de hundirse, dijo un portavoz, cuando se encontraba a unos 130 km (80 millas) de Fujairah en los EAU y a 16 millas de Irán. La carga permanecía intacta.