Las autoridades estadounidenses cerraron el cruce fronterizo más ocupado del país y lanzaron gas lacrimógeno a México el domingo para repeler a los migrantes centroamericanos que se acercaban a la frontera.

El tráfico en ambas direcciones se suspendió durante varias horas en el puerto de entrada de San Ysidro entre San Diego y Tijuana, dijeron los funcionarios de los Estados Unidos, lo que interrumpió el comercio en la frontera terrestre de mayor tráfico en el hemisferio occidental.

Las tensiones en la frontera habían aumentado en los últimos días, con miles de migrantes centroamericanos que acamparon en un estadio deportivo en Tijuana.

El domingo, la policía mexicana disolvió lo último de una serie de protestas diarias, lo que provocó una carrera hacia la frontera de los Estados Unidos.

Los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos detuvieron a los migrantes con una descarga de botes que emitían grandes nubes de gas mientras los helicópteros del gobierno mexicano y de los Estados Unidos volaban en lo alto.

El gobierno mexicano dijo que había retomado el control del cruce de la frontera después de que casi 500 inmigrantes intentaran cruzar la frontera de los Estados Unidos «de manera violenta» y prometió deportar de inmediato a los centroamericanos que intenten ingresar ilegalmente a los Estados Unidos.

Trump ha despertado la alarma durante semanas sobre la caravana de migrantes centroamericanos cuando se acercaba a los Estados Unidos, y sus miembros planeaban solicitar asilo al llegar al país.

Los migrantes, en su mayoría hondureños, están huyendo de la pobreza y la violencia y han dicho que esperarían en Tijuana hasta que pudieran solicitar asilo en los Estados Unidos, a pesar del aumento de las medidas de Estados Unidos para reforzar la frontera.

A medida que se acercaban a la frontera de los Estados Unidos, fueron detenidos por las autoridades mexicanas, quienes les dijeron que esperaran el permiso.

A medida que avanzaba la mañana, y quedó claro que no obtendrían permiso, la gente comenzó a expresar su frustración.

Los estadounidenses respondieron con gases lacrimógenos luego de que los migrantes los golpearan con proyectiles, dijo en Twitter la Agencia de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos.

Trump ha desplegado fuerzas militares en la frontera para apoyar a la Patrulla Fronteriza y amenazó el sábado con cerrar toda la frontera sur.