El rapero Kanye West, con un discurso de conciencia en la Oficina Oval y un estallido de blasfemia, defendió su apoyo al presidente Donald Trump el jueves.
El evento fue anunciado como un almuerzo en la Casa Blanca para discutir la reforma de la prisión, los empleos para los afroamericanos y la violencia en Chicago.
Esos temas se abordaron en una reunión previa al almuerzo, pero Kanye se lanzó a un discurso y Trump lo dejó seguir mientras las cámaras lo grababan todo.
El artista de 41 años, usando una gorra roja con el logo «Make America Great Again»hablo por 10 minutos.
El primero de varios comentarios fuera de color que Kanye soltó en la Oficina Oval, incluyó esta línea: «Es posible que no haya esperado tener un hijo de puta loco como Kanye West corriendo y apoyando».
El galardonado músico ha sido atacado por otras celebridades por su apoyo a Trump, particularmente después de su reciente aparición en el programa «Saturday Night Live» de NBC.
«La gente espera que si eres negro tienes que ser demócrata», dijo.
Kanye también dijo que le gustaría que Trump se abstuviera de hablar sobre persuadir a la policía de Chicago para que instituyera políticas de «detener y registrar» para combatir el crimen y la violencia.
El portavoz de la Casa Blanca, Hogan Gidley, dijo que Trump y sus invitados hablarían sobre posibles clemencias futuras para los convictos junto con «abordar el aumento masivo de delitos violentos en Chicago» y los esfuerzos para crear empleos para los afroamericanos.
La visita de Kanye sigue a una visita similar a la Casa Blanca, de su esposa Kim Kardashian West, quien se reunió con Trump el 30 de mayo y lo convenció de otorgar clemencia a Alice Johnson, quien estaba cumpliendo una sentencia de cadena perpetua por un cargo de drogas no violento en Tennessee.
