Las elecciones de Argentina se encaminan a una segunda vuelta entre Massa y Milei

Argentina celebró una elección presidencial el domingo en la que el candidato de la coalición peronista gobernante, el ministro de Economía, Sergio Massa, obtuvo inesperadamente la ventaja con el 36,6% de los votos.

Un resultado que desafió las encuestas preelectorales que habían pronosticado una victoria libertaria. 

Massa se enfrentará al libertario de extrema derecha Javier Milei, que recibió el 30%, en una segunda vuelta electoral el próximo mes. 

Por su parte, la conservadora Patricia Bullrich quedó atrás con un 23,8%, cuando cerca del 98% de los votos estaban contados.

Este resultado fue una sorpresa en medio del enojo de los votantes por el desempeño de la economía. 

Massa es un moderado que promete proteger a los ciudadanos más pobres, mientras que Milei aboga por reformas económicas radicales y políticas sociales conservadoras. 

El ganador asumirá el cargo en diciembre. La participación electoral fue del 74%, superior a la de las primarias pero inferior a la de elecciones anteriores. 

El cambio radical en las políticas que temen algunos inversores es menos probable, pero la crisis económica del país sigue siendo un problema importante. 

Otros candidatos, incluida la candidata del establishment Patricia Bullrich, fueron eliminados. Los partidarios de Milei, incluidas algunas figuras prominentes de otros países sudamericanos, esperaban una victoria absoluta, pero la victoria de Massa significa que habrá un mes de incertidumbre antes de la votación final.

Las recientes elecciones generales en Argentina resultaron en una sorpresiva victoria en primer lugar para el candidato del partido gobernante peronista, el ministro de Economía, Sergio Massa. 

Este resultado ayudó a calmar las preocupaciones del mercado sobre una posible victoria del radical libertario Javier Milei, quien ha abogado por dolarizar la economía y cerrar el banco central. 

La victoria de Massa debería aliviar los temores de una repentina devaluación de la moneda local y reducir la probabilidad de abandonar el peso en el futuro cercano. 

Sin embargo, se espera que el eventual ganador tenga un mandato débil para abordar los desafíos económicos del país, incluidas las reservas vacías del banco central, una recesión inminente debido a la sequía y un programa inestable de 44 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional.

El peso argentino ha sido volátil antes de las elecciones, con tipos de cambio en los mercados paralelos alcanzando cerca de 1.000 pesos por dólar, mientras que el tipo de cambio oficial sigue estrictamente controlado en 350 pesos por dólar. 

El mercado de valores ha estado nervioso y los bonos han caído. El país enfrenta su peor crisis económica en dos décadas, caracterizada por una inflación de tres dígitos, deudas crecientes y una crisis del costo de vida.

La segunda vuelta electoral se realizará el 19 de noviembre entre Massa y Milei. 

Massa aspira a liderar un gobierno de unidad nacional y promete trabajar incansablemente para proteger a Argentina. 

Milei, un populista de extrema derecha, ha defendido importantes cambios de política, incluida la abolición del banco central y el corte de vínculos con los principales socios comerciales, China y Brasil.

Se espera que la reacción del mercado a los resultados electorales sea mixta, y los analistas predicen un piso potencial para la demanda a pesar de algún movimiento inicial a la baja. 

Es probable que el próximo mes previo a la segunda vuelta esté marcado por incertidumbre, turbulencia económica y desinformación. 

La elección se produce en un momento en que la economía argentina está pasando apuros, con las reservas del banco central vacías, se espera una recesión después de una gran sequía y un programa de 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en peligro.

El resultado de las elecciones tendrá implicaciones significativas para el futuro político y económico de Argentina, con posibles cambios en las políticas y alineamientos.

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