Al tomar represalias por las tarifas impuestas por la administración Trump, México respondió el martes con sanciones fiscales a las exportaciones de Estados Unidos como la carne de cerdo, el acero, el queso y el whisky.
Los aranceles mexicanos, anunciados la semana pasada, entraron oficialmente en vigencia el martes.
Además de otras medidas contra productos fabricados en Estados Unidos, los funcionarios mexicanos fijaron aranceles sobre la carne de cerdo en un 10 por ciento y subirán al 20 por ciento para el 5 de julio.
Los expertos dicen que la medida podría generar pérdidas de $ 100 millones a los porcicultores estadounidenses. México importó cerca de $ 1 mil millones de carne de cerdo el año pasado.
Las tarifas son una respuesta a los nuevos aranceles del presidente Donald Trump sobre las importaciones de acero y aluminio de México, Canadá y la Unión Europea. La medida siguió a intentos fallidos de resolver lo que la administración dijo que eran preocupaciones de seguridad nacional sobre los metales fabricados en el extranjero.
El asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo que Trump quiere negociar por separado con México y Canadá. Los negociadores mexicanos dicen que no considerarán dividir las negociaciones por un asunto que debería estar cubierto por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, un pacto de 1994 entre los Estados Unidos, México y Canadá.
La represalia de México está diseñada para afectar algunas partes de los Estados Unidos representadas por republicanos de alto perfil.
Angela Hofmann, subdirectora de Farmers for Free Trade, dijo que las tarifas tendrán consecuencias inmediatas y dolorosas para los agricultores estadounidenses y la economía doméstica.
