El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, visitó a los trabajadores de emergencia y a los sobrevivientes de dos tiroteos masivos en El Paso, Texas, y Dayton, Ohio.

Las dos ciudades fueron sacudidas por ataques con armas de fuego que se cobraron 31 vidas.

Los hispanos fueron blanco de un aparente crimen de odio cuando un hombre armado en El Paso mató a tiros a 22 personas el sábado.

El propio Trump ha sido acusado de avivar el odio contra los hispanos.

Llegó a Texas desde Dayton, Ohio, donde había visitado a los sobrevivientes de un tiroteo en el que murieron nueve personas.

Trump dijo antes de abandonar Washington que estaba preocupado por «el surgimiento de cualquier grupo de odio … ya sea la supremacía blanca» o cualquier «otro tipo de supremacía».

Pero la congresista demócrata que representa a El Paso, Verónica Escobar, se negó a reunirse con él, diciendo que sus «palabras y acciones racistas y odiosas» habían causado dolor a su comunidad y su país.

El tiroteo en El Paso está siendo tratado como un posible crimen de odio. Gran parte de la ciudad se identifica como hispana y se cree que el sospechoso es el autor de un texto publicado en línea que dice «este ataque es una respuesta a la invasión hispana de Texas».

El texto se hizo eco de parte del lenguaje del presidente Trump que usó con frecuencia el término «invasión» para describir la situación en la frontera entre Estados Unidos y México.

La policía aún tiene que establecer un motivo concluyente para el ataque de Dayton, pero dicen que han descubierto evidencia «de que el agresor estaba explorando ideologías violentas».

Los intentos de Trump y otros para vincular los tiroteos con enfermedades mentales han sido criticados por profesionales de la salud.

El miércoles, el presidente dijo que no «quería armas en manos de personas enfermas» y que «estaba buscando hacer una verificación de antecedentes».

En la ciudad, Escobar y el candidato presidencial demócrata Beto O'Rourke asistieron a una manifestación de «El Paso Strong», donde O'Rourke dijo que el presidente estaba «vilipendiando» a los inmigrantes.

Anteriormente, O'Rourke, oriundo de El Paso, acusó a Trump de «inspirar» el ataque en la ciudad a través de su «racismo».