El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el lunes que había «despedido» al secretario de Defensa Mark Esper, señalando que podría usar sus últimos meses en el cargo después de la derrota en las urnas para ajustar cuentas dentro de su administración.

«Mark Esper ha sido despedido», escribió Trump en un tuit, y agregó que Christopher Miller, director del Centro Nacional de Contraterrorismo, sería secretario interino «con efecto inmediato».

Trump se había separado de Esper por una variedad de cuestiones y estaba particularmente enojado por su oposición pública a las amenazas de Trump de usar fuerzas militares en servicio activo este verano para reprimir las protestas callejeras por la injusticia racial después de que la policía matara a George Floyd en Minneapolis.

Los demócratas reaccionaron con alarma, diciendo que la medida de Trump envió un mensaje peligroso a los adversarios de Estados Unidos y empañó las esperanzas de una transición ordenada mientras el presidente electo Joe Biden se prepara para asumir el cargo.

El representante Adam Smith, el demócrata que lidera el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, condenó la decisión de Trump como «infantil» e «imprudente».

Esper elogió a los militares por seguir siendo «apolíticos».

Esper y los altos mandos han buscado repetidamente evitar ser vistos como un instrumento político de la administración Trump.

El predecesor de Esper, Jim Mattis, renunció en 2018 por diferencias políticas con Trump, incluso en Siria. 

Mattis en junio criticó a Trump como el “primer presidente de mi vida que no intenta unir al pueblo estadounidense, ni siquiera pretende intentarlo. En cambio, trata de dividirnos».

Al igual que Mattis, Esper también estuvo en desacuerdo con la actitud despectiva de Trump hacia la alianza de la OTAN.