Vladimir Putin refuerza su poder tras las muy criticadas elecciones rusas

Desde su ascenso al poder en 1999, Vladimir Putin ha sido una figura dominante en Rusia. 

Y ahora, después de una victoria aplastante en su quinto mandato como presidente ruso con el 87% de los votos, el control de Putin sobre el país parece más fuerte que nunca.

Pero esta victoria llegó acompañada de muchas críticas por parte de los gobiernos y líderes occidentales, que condenaron las elecciones como ilegítimas.

El canciller alemán, Olaf Scholz, se negó a felicitar a Putin por su reelección y un portavoz del gobierno la calificó de «pseudo elección». 

Estados Unidos se hizo eco de este sentimiento, y un portavoz afirmó que la votación «obviamente no fue libre ni justa».  Sin embargo, no todos los líderes mundiales compartían esta opinión. 

China, India, Irán y Corea del Norte respaldaron la victoria de Putin, y el primer ministro indio, Narendra Modi, llegó incluso a ofrecer sus «cálidas felicitaciones» y elogiar su asociación con Putin como «especial y privilegiada».

Pero entre las reacciones de los líderes mundiales, quizás la más conmovedora provino del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. 

Describió las elecciones rusas como una «imitación ilegítima», afirmando que Putin estaba «ebrio de poder» y haría cualquier cosa para prolongar su gobierno. 

Zelensky también acusó a Putin de iniciar una guerra con Ucrania, afirmando que había «desatado la guerra más grande de Europa desde la Segunda Guerra Mundial» con la invasión de Ucrania en 2022.

La guerra en Ucrania fue un tema predominante durante los tres días del período electoral, con una escalada de tensiones entre Rusia y Ucrania. 

En respuesta a la victoria de Putin, Ucrania lanzó un ataque con drones y cohetes, lo que agravó la ya volátil situación. Pero no fue sólo Ucrania la que se enfrentó a Putin durante las elecciones. 

Inspirados por el líder de la oposición rusa Alexei Navalny, miles de personas participaron en la protesta «mediodía contra Putin», haciendo cola frente a los colegios electorales para demostrar su oposición al régimen de Putin.

La viuda de Navalny, Yulia Navalnya, que ha sido una feroz crítica de Putin, agradeció a todos los que participaron en las protestas y afirmó que sus acciones le dieron esperanza y que «todavía lucharán». 

El nombre de Navalny fue el centro de atención durante el discurso de victoria de Putin, y Putin lo mencionó en público por primera vez en años. 

También reveló que había estado a favor de un intercambio de prisioneros que involucrara a Navalny antes de su muerte en una prisión rusa el mes pasado.

Pero a pesar de las protestas y críticas, Putin sigue imperturbable. En su discurso de victoria, declaró que dará prioridad a la resolución de los problemas con Ucrania y al fortalecimiento del ejército ruso. 

También aprovechó la oportunidad para criticar las protestas del «Mediodía contra Putin», afirmando que no tuvieron ningún efecto en el resultado de las elecciones.

Sin embargo, a los ojos del mundo occidental, la victoria de Putin no se considera legítima. 

El Ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron, acusó a Rusia de no estar interesada en encontrar un camino hacia la paz y calificó las elecciones como ni libres ni justas.

El sentimiento fue compartido por otras naciones occidentales que también condenaron las acciones de Rusia en el pasado.

Pero para Putin, esta victoria no sólo solidifica su gobierno de larga data, sino que también demuestra su continua popularidad y apoyo entre los rusos. 

A pesar de las críticas de los gobiernos occidentales y los líderes de la oposición, la victoria de Putin envía un mensaje claro de su dominio e influencia en Rusia. 

Sin embargo, queda por ver cómo responderá la comunidad internacional a su reelección y si las tensiones con países como Ucrania aumentarán aún más. 

Por ahora, Vladimir Putin sigue siendo una figura dominante en la política rusa y un actor clave en el escenario global.

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