La gimnasta Simone Biles y la futbolista Megan Rapinoe estuvieron entre las 17 personas que recibieron la Medalla Presidencial de la Libertad el jueves en la Casa Blanca.

La Medalla Presidencial de la Libertad es el honor civil más alto de los Estados Unidos.

El reconocimiento es otorgado a aquellos que han realizado «contribuciones ejemplares» a los Estados Unidos, la paz mundial, la justicia social, educación, salud, educación, militar y política.

Otros homenajeados incluyen al actor ganador del Premio de la Academia Denzel Washington, y póstumamente, al cofundador de Apple, Steve Jobs, y al senador estadounidense John McCain.

“Estos diecisiete estadounidenses demuestran el poder de las posibilidades y encarnan el alma de la nación: trabajo duro, perseverancia y fe”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.

Simone Biles es cuatro veces medallista de oro olímpico en gimnasia, y Megan Rapinoe es dos veces ganadora de la copa mundial de fútbol.

La Casa Blanca reconoció a Biles, de 25 años, no solo por sus logros en la competencia, sino como una «destacada defensora de la salud mental y la seguridad de los atletas, los niños en el sistema de acogida y las víctimas de agresión sexual».

“Cuando se sube a un podio, vemos lo que es: coraje absoluto para convertir el dolor personal en un propósito mayor. Para ponerse de pie y hablar por aquellos que no pueden hablar por sí mismos”, dijo Biden.

Con 32 medallas olímpicas y mundiales, Biles es la gimnasta estadounidense más condecorada.

El año pasado testificó ante el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos que los funcionarios de gimnasia y los Juegos Olímpicos de Estados Unidos no lograron detener los abusos sexuales que sufrieron los atletas por parte del ex médico Larry Nassar, y llevó el tema de la salud mental de los atletas al escenario internacional en los Juegos de Tokio.

Megan Rapinoe, de 36 años, quien ganó el oro olímpico con Estados Unidos en 2012, es la primera futbolista en recibir el honor.

Rapinoe emergió como una defensora de la equidad salarial de género en la disputa legal de su equipo nacional y ha sido una defensora vocal del movimiento Black Lives Matter y los derechos de la comunidad lesbianas, gays, bisexuales, y transgénero.

«Siento que no estoy aquí sin ninguno de ustedes», dijo Rapinoe en una emotiva conferencia de prensa el viernes pasado, en la que celebró a sus compañeros de equipo y exjugadores de la selección nacional por igual.

La ganadora del Balón de Oro de 2019 mencionó al mariscal de campo y activista político Colin Kaepernick y a la pionera del tenis Billie Jean King, quienes defendieron la igualdad salarial entre los géneros, entre los atletas que le abrieron el camino.

Ella también elogió a Simone Biles diciendo: «Si pudiera ser la alfombra roja de Simone Biles por la que ella pueda caminar, lo haría».

Durante la Copa del Mundo de 2019, Rapinoe provocó la ira del ex presidente republicano de los Estados Unidos, Donald Trump, cuando dijo en un comentario lleno de improperios que no visitaría la Casa Blanca si los estadounidenses ganaban.

Tres años después de que Estados Unidos ganara la Copa del Mundo, Rapinoe estuvo más que feliz de asistir a la ceremonia supervisada por el presidente demócrata Joe Biden.

«Chicos», dijo a los periodistas, «voy a la puta Casa Blanca».

“Megan es una defensora de la verdad estadounidense esencial: que todos tienen derecho a ser tratados con dignidad y respeto”, dijo Biden.

Rapinoe recibió su medalla con un apretón de manos y un guiño a Biden.