Congreso aprueba ley bipartidista de financiación para evitar el cierre por ahora

El Congreso de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley de financiación provisional con un abrumador apoyo demócrata, evitando el cuarto cierre parcial del gobierno federal en una década. 

La lucha por la financiación se centra en una porción relativamente pequeña del presupuesto estadounidense de 6,4 billones de dólares, pero se ha convertido en un campo de batalla político para ambos partidos.

El Senado, de mayoría demócrata, votó 88-9 para aprobar la medida, enviando el proyecto de ley al presidente Joe Biden, quien lo promulgó antes de la fecha límite de las 12:01 a.m. ET (0401 GMT). 

La Cámara votó 335-91 para financiar el gobierno hasta el 17 de noviembre, con más demócratas que republicanos apoyándolo.

El proyecto de ley de financiación marca un cambio profundo con respecto a principios de semana, cuando un cierre parecía casi inevitable. 

Un cierre significaría que la mayoría de los 4 millones de empleados del gobierno no cobrarían -ya sea que estuvieran trabajando o no- y también cerraría una serie de servicios federales, desde Parques Nacionales hasta reguladores financieros. 

Las agencias federales ya habían elaborado planes detallados que detallan qué servicios continuarían, como controles en aeropuertos y patrullas fronterizas, y qué debían cerrarse, incluida la investigación científica y la ayuda nutricional a 7 millones de madres pobres.

El proyecto de ley de financiación no estuvo exento de controversia. 

El presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, abandonó la insistencia de los partidarios de la línea dura del partido de que cualquier proyecto de ley se apruebe en la Cámara sólo con votos republicanos, un cambio que podría provocar que uno de sus miembros de extrema derecha intente destituirlo de su rol de liderazgo. 

Algunos republicanos sostienen que la administración Biden debería desviar fondos hacia la seguridad fronteriza y otras prioridades internas en lugar de brindar más asistencia financiera a Ucrania.

Hasta ahora, el Congreso ha aprobado unos 113.000 millones de dólares en ayuda a Ucrania, según cálculos de la Oficina del Inspector General del Departamento de Estado de Estados Unidos y el Comité para un Presupuesto Federal Responsable. 

En agosto, la Casa Blanca pidió al Congreso que aprobara otros 24 mil millones de dólares en ayuda, y el mes pasado, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky viajó al Capitolio para pedir más ayuda.

El feroz debate que condujo a la resolución del sábado reveló una profunda división dentro del Partido Republicano, que se espera que haga que la segunda ronda de conversaciones sea igual de difícil antes de que el Partido Republicano intente siquiera asegurar el apoyo demócrata. 

Es probable que los legisladores reanuden las negociaciones una vez que regresen al Capitolio, y ahora deben aprobar otro proyecto de ley de gastos antes de regresar a casa para el Día de Acción de Gracias.

En conclusión, el proyecto de ley de financiación provisional aprobado por el Congreso ha evitado el cierre del gobierno, pero la lucha por la financiación está lejos de terminar. 

El proyecto de ley ha revelado una profunda división dentro del Partido Republicano, con algunos miembros presionando para obtener más fondos para la seguridad fronteriza y otras prioridades internas en lugar de brindar más asistencia financiera a Ucrania. 

El presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, enfrentó la presión de miembros conservadores de línea dura de su partido que se oponían a depender de los votos demócratas para aprobar el proyecto de ley de financiación. 

Sin embargo, McCarthy finalmente abandonó esta postura y permitió que el proyecto de ley se aprobara con más demócratas que republicanos apoyándolo.

El proyecto de ley de financiación es sólo una solución temporal, y los desacuerdos fundamentales sobre los niveles y las políticas de gasto gubernamental entre republicanos y demócratas, y entre los propios republicanos, no se han resuelto. 

Es probable que el drama que condujo a la aprobación del proyecto de ley de financiación se repita nuevamente en menos de siete semanas, cuando los legisladores deban aprobar otro proyecto de ley de gastos antes de regresar a casa para el Día de Acción de Gracias.

Los próximos días revelarán si los conservadores de línea dura en la Cámara, como el congresista de Florida Matt Gaetz, hablaban en serio de su amenaza de destituir a McCarthy de su posición de liderazgo si dependía de los votos demócratas para aprobar el proyecto de ley de financiación.

 McCarthy desafió a quienes se oponen a él a «traerlo», y agregó: «Tiene que haber un adulto en la sala».

Al final, la aprobación del proyecto de ley de financiación es un avance positivo para los millones de empleados federales que se habrían visto afectados por un cierre del gobierno. 

Sin embargo, las batallas políticas sobre el gasto y las prioridades del gobierno están lejos de terminar, y los legisladores necesitarán encontrar una manera de salvar sus diferencias para aprobar un proyecto de ley de gasto a largo plazo que pueda ganar apoyo bipartidista.

Te podría interesar!