Un funcionario que escuchó una llamada entre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y el presidente de Ucrania, dijo que estaba preocupado por la «demanda» de Trump de escrutar a un rival.

Alexander Vindman le dijo al Congreso que informó dos veces sus objeciones a que Trump presionó a Ucrania para investigar al demócrata estadounidense Joe Biden.

El coronel Vindman es el primer funcionario de la Casa Blanca, entre los que escucharon la llamada telefónica, llamado a testificar como parte de la investigación de juicio político.

La investigación se refiere al presunto abuso de poder por parte del presidente republicano.

El coronel Vindman, un veterano condecorado del ejército, se encontraba entre los funcionarios seleccionados que estaban autorizados a escuchar la llamada de Trump del 25 de julio con el recién elegido presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, que provocó una denuncia y condujo a la investigación de juicio político.

Se acusa a Trump de tratar de presionar a Ucrania para que investigue las denuncias de corrupción sin fundamento contra Biden y su hijo, que trabajó con la compañía de gas ucraniana Burisma mientras su padre era el vicepresidente de Estados Unidos.

Trump negó haber actuado mal y calificó la investigación de juicio político como una «cacería de brujas».

Aunque la Casa Blanca ha pedido a los testigos que ignoren las citaciones del Congreso, como oficial militar en servicio activo, el Coronel Vindman podría haber sido sancionado por hacerlo.

En una declaración de apertura emitida antes del testimonio del martes, Vindman dijo que sus preocupaciones comenzaron en una reunión del 10 de julio entre funcionarios de seguridad nacional de Estados Unidos y Ucrania.

«No pensé que fuera apropiado exigir que un gobierno extranjero investigara a un ciudadano estadounidense», dijo el coronel Vindman en un comunicado. «Estaba preocupado por las implicaciones para el apoyo del gobierno de Estados Unidos a Ucrania».

Dijo que si ese país analiza los Bidens «indudablemente resultará en que Ucrania pierda el apoyo bipartidista que hasta ahora ha mantenido».

«Todo esto socavaría la seguridad nacional de Estados Unidos», agregó.