El gobierno de los EE. UU. finalizó el año fiscal 2019 con el mayor déficit presupuestario en 7 años, dijo el viernes el departamento del Tesoro.  

Se elevó a $ 984 mil millones. Más de $ 200 mil millones, o 25 por ciento, más que el año pasado. El mayor desde 2012.  

Con el reciente recorte de impuestos y aumentos de gastos, la deuda nacional sigue exigiendo pagos de intereses cada vez mayores.

Es la primera vez desde principios de la década de 1980 que la brecha presupuestaria se ha ampliado durante cuatro años consecutivos. 

Las cifras reflejan el segundo año presupuestario completo bajo el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cuando el país tiene una base impositiva en expansión con un crecimiento económico moderado y una tasa de desempleo actualmente cercana a un mínimo de 50 años.

El déficit alcanzó un pico de $ 1,4 billones en 2009 cuando la administración y el Congreso de Obama tomaron medidas de emergencia para apuntalar el sistema bancario de la nación durante la crisis financiera global y proporcionar un estímulo a una economía en recesión.

El déficit presupuestario anual se había reducido a $ 585 mil millones al final del segundo mandato del ex presidente Barack Obama en 2016 y los republicanos en el Congreso durante ese tiempo criticaron a Obama, un demócrata, por no reducirlo aún más.

Desde entonces, el déficit presupuestario ha aumentado en parte debido a la revisión del sistema tributario por parte de los republicanos, que en el corto plazo redujo los ingresos y un aumento en el gasto militar. 

A fines del año fiscal 2019, los pagos de impuestos corporativos aumentaron un 5%. Los derechos de aduana, que han sido impulsados ​​por la imposición de aranceles de la administración Trump a China y otros, aumentaron un 70% interanual a un máximo histórico.

Hubo un mayor gasto en defensa, salud y programas de seguridad social, mostraron los datos. 

El déficit anual, que se proyecta crecerá en 2020, sólo ha superado el billón de dólares cuatro veces en la historia de la nación, durante el período de cuatro años que siguió a la crisis financiera mundial de 2008.

Si bien el presidente Trump como candidato había prometido eliminar por completo la deuda de la nación, ahora supera los $ 22 trillores. 

El déficit anual, que se suma a la carga de la deuda general de la nación, fue de $ 587 mil millones en el último año fiscal completo antes de que Trump asumiera el cargo.