El incendio de Dixie, ardiendo en dos condados del norte de California, a través de 432,813 acres, se convirtió en el tercer incendio forestal más grande del estado la tarde del viernes.
Dixie aumentó de tamaño durante la noche del jueves a medida que las tierras afectadas por la sequía y las altas temperaturas continúan alimentando las llamas.
Solo estaba contenido en un 35 por ciento, según el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California.
Las temperaturas cálidas, la baja humedad y los fuertes vientos continúan desafiando a los bomberos que trabajan para extinguir el incendio.
El jueves, Dixie provocó evacuaciones masivas devastando la aldea Gold Rush de Greenville, y destruyendo decenas de estructuras.
Greenville, con una población de 800 habitantes, se fundó hace más de 150 años cuando las minas de oro cercanas atrajeron a colonos y comerciantes a la pintoresca ciudad del valle indio.
El incendio estalló el 14 de julio en las montañas de Sierra Nevada a unas 160 millas al norte de Sacramento.
El incendio Dixie es el más grande de más de una docena de grandes incendios que arden en California esta semana, provocados por las altas temperaturas y la maleza que se ha secado por años de sequía.
Aproximadamente 16.000 personas fueron evacuadas esta semana de los incendios que ardían en cinco condados en la parte norte del estado.
Dixie es similar al incendio Camp de 2018, el más mortífero y destructivo en la historia del estado, y provocado por PG&E.
Los cinco incendios forestales más grandes de la historia de California han ocurrido en las últimas tres temporadas, quemando más de 2.5 millones de acres y destruyendo 3.700 estructuras.
