Miles de empleados de Google en todo el mundo abandonaron sus trabajos el jueves para protestar por la respuesta de la compañía al acoso sexual y exigir que el motor de búsqueda más grande del mundo aborde las crecientes preocupaciones sobre la desigualdad en el lugar de trabajo.

Las protestas se desencadenaron comenzando en Asia y luego por Europa y América del Norte, y finalmente en la sede de Google, Mountain View, California.

Las protestas, que atrajeron a empleados por contrato y empleados de Google, siguieron un informe del New York Times la semana pasada de que Google en 2014 otorgó un paquete de salida de $ 90 millones a un vicepresidente senior, Andy Rubin, luego de que fue acusado de acoso sexual.

Los organizadores de la protesta alegan que han escuchado muchas historias durante mucho tiempo y consideran que es hora de actuar y cambiar.

Aunque Andy Rubin negó la acusación en la historia del New York Times, que según él exageró sobre su compensación, Google no disputó el informe.

El presidente ejecutivo de Google, Sundar Pichai, quien habló una hora más tarde en una conferencia del New York Times en Nueva York, dijo que estaba tomando nota de los «pasos concretos» que los trabajadores presentaron para mejorar la cultura de la empresa y los procesos de recursos humanos.

Los organizadores y otros empleados dijeron que los ejecutivos de Google, al igual que los líderes en las docenas de compañías afectadas por el movimiento #metoo, han sido lentos en abordar numerosos problemas estructurales, como el poder no controlado de los ejecutivos masculinos.

Quieren que Google informe públicamente sus estadísticas de acoso sexual y que finalice el arbitraje forzado en casos de acoso. También pidieron que el director de diversidad pueda asesorar directamente a la junta.