Según los meteorólogos, una nube masiva de polvo levantada del desierto del Sahara cubrió el sudeste de los Estados Unidos este fin de semana. 

Se teme que genere más problemas de salud en los estados donde la crisis del coronavirus está empeorando.

Esto en realidad no es un fenómeno nuevo y ocurre todos los años. La mayoría de las veces impacta áreas al sur o a lo largo de la costa del golfo.

El polvo sahariano es una mezcla de arena y polvo del Sahara, la vasta área desértica que cubre la mayor parte del norte de África.  Allí las tormentas pueden elevar el polvo a la atmósfera. 

Una combinación de factores climáticos conduce al polvo en una columna densa, que es transportada por los vientos alisios miles de millas a través del Atlántico y eventualmente a los Estados Unidos.

Según se informa, este penacho particular se extendió por el Caribe, reduciendo la visibilidad en algunas áreas a cinco millas

El viernes y el sábado, el penacho denso se movió por todo el sur de los Estados Unidos.

«Los principales impactos del polvo del Sahara serán cielos nublados durante el día, visibilidad local reducida y calidad del aire degradada», dijo el Centro de Predicción Meteorológica.

Es normal que el polvo del Sahara llegue a los EE. UU. cada temporada de huracanes, pero la nube de este año es histórica, dijeron los meteorólogos.

Los científicos que lo estudian lo llaman la capa de aire sahariana o SAL, y analizan sus efectos sobre el desarrollo de huracanes.

Pero los científicos dicen que este es histórico debido a la densa concentración de polvo, es el más denso en 50-60 años.

Las alertas de calidad del aire relacionadas con el polvo se publican en partes del valle del río Ohio, el Atlántico medio y el sudeste, dijeron el domingo los meteorólogos.

El polvo puede causar irritación en los ojos, la nariz y la garganta, y las personas con alergias o asma pueden experimentar sibilancias.

Los funcionarios de salud instaron a los residentes a limitar el tiempo que pasan al aire libre si parece polvoriento o brumoso. 

Cuando están adentro, los residentes deben mantener cerradas las ventanas y puertas y hacer funcionar su aire acondicionado con la entrada de aire fresco cerrada.

Se espera que otra ronda de polvo sahariano no tan denso impacte áreas de Texas y la costa del golfo de Luisiana a mediados de semana, dijeron meteorólogos.

La NASA ha estimado que un promedio de 27.7 millones de toneladas de polvo por año, caen a la superficie sobre la cuenca del Amazonas. 

La porción de fósforo, un estimado de 22,000 toneladas por año, es aproximadamente la misma cantidad que la pérdida por la lluvia y las inundaciones. 

Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, la actividad del polvo aumentó a mediados de junio y alcanzará su punto máximo desde finales de junio hasta mediados de agosto.

La contaminación del aire puede ser especialmente perjudicial para las personas que están en riesgo o padecen enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

Los problemas cardíacos y pulmonares aumentan el riesgo de COVID-19 grave.