La agente rusa que trató de infiltrarse en grupos políticos de Estados Unidos fue condenada a 18 meses de prisión.
Maria Butina trató de insinuarse en la Asociación Nacional del Rifle (NRA) en un esfuerzo por influir en las políticas estadounidenses a favor de Moscú.
Después de declararse no culpable, más tarde cambió su posición, admitiendo un sólo cargo de conspiración en diciembre.
La mujer de 30 años ha estado bajo custodia desde su arresto en julio.
A Butina se le acreditarán los nueve meses que ya estuvo en la cárcel, y se enfrentará a la deportación inmediata una vez que se complete su sentencia.
Butina dijo a la corte en Washington DC el viernes: «Mis padres descubrieron mi arresto en las noticias de la mañana que veían en su casa rural en una aldea siberiana”.
«Los quiero mucho, pero los dañé moral y financieramente. Están sufriendo por todo eso».
«También destruí mi propia vida. Vine a los Estados Unidos sin órdenes, sino con esperanza, y ahora no queda más que penitencia».
A pesar de las afirmaciones de la fiscalía de que dañó la seguridad nacional de los Estados Unidos, Butina dijo que no tenía intención de dañar al pueblo estadounidense.
Su sentencia se produjo el mismo día en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viajó para hablar en la convención de la NRA en Indianápolis.
Sin embargo, según los informes, al jueza no le conmovió la disculpa de Butina, diciendo que sus acciones «pusieron en peligro» la seguridad nacional de nuestro país.
A pesar de la petición de indulgencia de Butina, la jueza cumplió totalmente con la recomendación de sentencia del gobierno.
Como parte de un acuerdo de culpabilidad, Butina había acordado cooperar con los investigadores. El juez Chutkan señaló el viernes que Butina había brindado «asistencia sustancial» a la policía.
Los fiscales dijeron que esperaban que el acuerdo brindara información sobre los esfuerzos de Rusia para interferir en la política estadounidense.
Las autoridades dijeron que Butina fue dirigida por un funcionario ruso de alto rango para infiltrarse en grupos políticos conservadores, incluida una organización de cabildeo a favor de las armas sin nombre que se presume es la NRA, que está aliada con el partido republicano de Trump.
En su declaración de culpabilidad, Butina admitió haber trabajado con el ex legislador ruso Alexander Torshin para infiltrarse en la NRA y buscar canales de comunicación a conservadores estadounidenses que pudieran influir en la política estadounidense.
Al hacerlo, Butina no reportó sus actividades a las autoridades de los Estados Unidos como lo exige la ley.
Se había enfrentado a un máximo de cinco años en prisión.
El caso no tiene conexión con la investigación de Mueller sobre la presunta intromisión rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
En una declaración leída en el tribunal, uno de los fiscales dijo que Butina había redactado, en marzo de 2015, un documento llamado «Proyecto de Diplomacia» que pedía líneas de comunicación no oficiales entre altos funcionarios estadounidenses y Rusia.
Ella reconoció que trabajó con dos estadounidenses y un funcionario ruso.
La embajada rusa en Washington dijo en su página de Facebook que Butina era una «prisionera política» y exigió su liberación inmediata.
El gobierno ruso ha descrito previamente el caso como «fabricado”.
