La Corte Suprema rechazó el lunes un pedido de la Casa Blanca de que decida inmediatamente si la administración de Trump puede cerrar un programa que protege a unos 700,000 jóvenes inmigrantes indocumentados de la deportación.
La medida significa que los inmigrantes, a menudo llamados «Dreamers», podrían permanecer en el limbo legal por muchos meses a menos que el Congreso actúe para que su estatus sea permanente.
El Presdiente Trump había considerado que el programa DACA de la era Obama había sido cancelado, pero le dio al Congreso hasta el 5 de marzo para salvarlo con un paquete de reformas.
La orden, sin embargo, ha encontrado resistencia en el tribunal federal.