Estados Unidos levanta las sanciones impuestas a Turquía hace nueve días por su ofensiva contra combatientes kurdos en el norte de Siria, dice el presidente Donald Trump.

Su decisión se produjo después de que Rusia acordó con Turquía desplegar tropas para extender un alto el fuego a lo largo de la frontera siria.

El asalto de Turquía comenzó después del inesperado movimiento de Trump para retirar las tropas estadounidenses del norte de Siria a principios de este mes.

Tanto los demócratas como los republicanos lo criticaron por la abrupta retirada militar, ya que los kurdos atacados por Turquía habían sido aliados clave de Estados Unidos en la lucha contra el grupo Estado Islámico en la región.

Turquía ordenó la operación militar contra la milicia de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo, que considera una organización terrorista, el 9 de octubre, días después de que se anunciara la retirada de Estados Unidos.

«Las sanciones se levantarán a menos que ocurra algo con lo que no estamos contentos», anunció Trump el miércoles.

Dijo que Turquía le había asegurado que detendría los combates en la región y haría permanente el alto el fuego recientemente acordado.

Turquía quiere crear una «zona segura» de 30 km de profundidad a lo largo del lado sirio de la frontera libre de combatientes kurdos. 

Quiere reubicar allí a algunos de los dos millones de refugiados sirios que actualmente alberga.

El presidente Trump dijo el miércoles que mantendría un «pequeño número» de tropas en partes del país para proteger las instalaciones petroleras.

También instó a Turquía a comprometerse a asegurar a los militantes del Estado Islámico, y asegurarse de que el grupo yihadista no recupere ningún territorio sirio.

Un alto funcionario del departamento de estado dijo anteriormente que más de 100 prisioneros del Estado Islámico ya habían escapado en el caos desde que comenzó la ofensiva de Turquía, y que aún no habían sido localizados.

Unos 120 civiles han muerto en la batalla, junto con 259 combatientes kurdos, 196 rebeldes sirios respaldados por Turquía y siete soldados turcos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un grupo de monitoreo con sede en el Reino Unido.